Ayer escuché una canción, tomé algo, lloré y morí mientras rezaba.
Me dicen que se pasa con el tiempo, pero yo me veo reencarnado varias noches como una estrella,
que brilla y baila en los cielos mientras sigue llorando,
y que al final desaparece cuando llega el día,
cobarde, como los fantasmas que huyen de la luz.
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