Ir al contenido principal

[Predicción] - Nueva ley prohibe publicidad en los sueños


Ficción

Son las 3:45 de la mañana. El despertado y sus luz verde me da la bienvenida de mi viaje de regreso al mundo onírico.

Soñar. Soñar. Soñar. Es lo único que me quedaba. Recuerdo que cuando era niño, en los inicios de los locos años 2010 en adelante, soñar era lo más natural y placentero que uno podía hacer. Ya sea luego de regresar de estudiar o un día rutinario de trabajo, soñar llevaba mi mente a un mundo donde podía imaginar todo lo que quisiera. Vivir lo que priva el cuerpo. Ver mi reflejo en un espejo y en un instante ver del otro lado del espejo.

Estos tiempos ya no tienen gracia. Puedo colocar en una pantalla plana el sueño que deseo tener programado para esta noche. A los jóvenes les encanta eso. A mi me parece que es una dependencia innecesaria.

Los paquetes para soñar permiten vivir dentro de una película, visitar lugares del mundo o encontrar con gente famosa. Los paquetes más costosos corresponden a la visita de celebridades, lugares de libros o fantasía, escenografía.

Los paquetes de precio inalcanzables son los que permiten volar, imaginar a gusto, construir el mundo. Y, bueno, no muestran anuncios de ningún tipo. El paquete básico y medio sí.

Hace mucho que no consigo un sueño decente. Estas máquinas logran que los sueños sean más vívidos que los sueños tradicionales. Extraño los momentos cuando podía dormir y dejar que la mente divagara en mundos con total libertad. Estas máquinas atrofian la mente, en especial de los más viejos. Simplemente, si dejo de usar el dispositivo, al día siguiente no recuerdo el sueño.

Ya lo dije, una dependencia innecesaria.

Comentarios