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[Historia] - Conseguí un nuevo empleo y te cuento


5:30 am.

Tomé del ropero el traje planchado, la corbata de turno, los zapatos. Listo para laborar. Mi trabajo es cruzar puertas. Muchas puertas. Y en cada puerta llevo un mensaje de esperanza. Esperanzas de una vida mejor. En el maletín papeles con muchas promesas. Promesas en forma de papel que mis clientes quiere firmar. Debo llegar temprano. Temprano a todo. Debo llega a las 8am. Siempre puntual.

10am.

Todo buen trabajador merece un buen café. ¿Dos, tres, cinco? Ya no recuerdo las veces que me paré frente a la ventana a beber del café mirando los edificios. Una mirada pasiva. Todos los días se parecen. Intuición me sobra mucha intuición. Me agrada mi confort. Los planes de la empresa, el calendario de visitas, el calendario de proyectos. Tengo todo planeado. No necesito pensar mucho. Solo ejecutar. Ser el robot de los deseos del jefe. Recuerda, nada que pensar. Prohibido fallar al calendario, al jefe, a las promesas, al plan.

12:30am.

El estomago suena y me recuerda que sigo siendo humano. 2 piernas, 2 brazos, 2 ojos y 2 pulmones. Me siento cansado. Dejaré de fumar y tomar café. Dormiré temprano. Menos mal que tengo el seguro de salud. Sonrío.

01:00pm.

El almuerzo está servido. Hora de charlar y dejar de abrir puertas. Dejo a un lado las mentiras. Me encuentro conmigo mismo. -Tienes que ir al doctor- dice una voz en mi cabeza. Me asusta. Tomo el celular y leo facebook para distraer la voz.

02:00pm.

No hay siesta.

05:00pm.

Tomé mi billetera, estiré los brazos, las piernas. Me duele un poco el pecho. Parece un paro cardiaco. Deja de doler si me pongo a respirar lentamente. Salgo del cubículo. Subo al ascensor. Salgo del edificio. Miro el horizonte dorado. Es un día hermoso. Me siento libre.

06:29pm.

Llegué al supermercado. Tomé un poco de pan, cerveza, embutido y una manzana. La fila de pagos es muy larga. Solo me queda espera. Miro el reloj en el celular. Pasaron 32 minutos. -Es suficiente- pensé. Dejo todas las cosas en el mostrador de huevos. Me marcho.

09:00pm.

Me quito el disfraz. La corbata y los zapatos se sienten pesados. Una ducha me tranquiliza. El departamento demasiado vacío. Caliento un poco de comida. Converso por celular.

10:29pm.

Apago las luces y me acuesto en la cama. Me pregunto si vale la pena hacer lo mismo una u otra vez todos los días.  -¿Acaso tengo otra opción?- me dice la voz de mi cabeza. Cierro los ojos y me duermo.

Hasta mañana.

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